martes, 31 de agosto de 2010

Esto no es ni un ensayo ni un apunte

Odio que utilicen el espacio de los comentarios para contactarme. A partir de ahora comenzaré a borrar sistemática y militantemente todos aquellos comentarios que no refieran a los temas tratados en los posteos.

Es cierto, muchas veces suelo tardar en contestar los mails. Recibo muchos y cada vez tengo menos tiempo ocioso. No es una buena combinación. Pero es la que vivo y de algún modo soy feliz así.

Paciencia con los mails que me envían. Suelo leerlos todos y tenerlos en cuenta. Hace rato que estoy bastante sobrepasado, y suelo perderme muchas cosas que me gustan e interesan. Incluso de postear, que me hace bien, me equilibra. Puro footing mental. Escribir ensayos es lo mismo, pero con otros elementos. Parcelas de mis formas de estar en el mundo.

Escribo posteos (no son ensayos remozados, sino posteos) que tienen básicamente dos disparadores: links que voy recolectando (adoro navegar por la web) y fotografías que en su inmensa mayoría encuentro en la red y enseguida captan mi atención. Los comentarios de este blog están habilitados abriendo la posibilidad de diálogo sobre lo que me va interesando a cada momento. Son rastros, trato de saber de qué modo consumo información y qué hago con ella.

Victoria Lescano escribió un libro encantador, Prêt-à-Rocker. Su libro anterior también es una maravilla. Me encantó que Damián Tabarovsky acercara nuestras escrituras bajo un mismo síntoma: la información como derroche o don, una hipótesis que ya aventuró en la contratapa de mi colección de ensayos Contagiosa paranoia. (A propósito aclaro: la última versión de un texto mío es la única que tomo en cuenta.

Considero idiota abandonar un texto cualquiera en aras de originalidad, no repetirme o lo que sea. Lo que escribo es un rastro, algo que queda y que reutilizo tanto como se me da la gana. Todo lo que escribo es provisorio. La versión más reciente de cualquier cosa que haya escrito es una versión también provisoria, pero más cercana a mi actualidad. Si vuelvo sobre esas palabras es porque algo diferente quise hacer con ellas).

Mis posteos se repiten. Y siempre incorporo todo lo que me comentan. Me gusta pensar a la blogósfera como una comunidad de conversación. Estoy sumamente agradecido a todos los que me acompañan desde hace mucho tiempo en esta tarea. Diego de Instantes de, Fabiana de Artilunio, Ana de Mao y Lenin, entre algunos otros. Hay quienes experimento virtualmente como muy cercanos sin que nos comentemos mucho, como me sucede con un blog como Ciudad Multicolor (en todos los casos observen mi roll en la columna izquierda.) Me resulta fundante su valentía para avanzar entre conceptos de modo tan desenfadado.

Este posteo está siendo escrito de otro modo: sin la dirección rectora de links ni de imágenes. De las segundas sólo diré que me resultan excelentes disparadores para algunas ideas u ocurrencias que me están revoloteando desde hace un tiempo. Buenísimo el retrato de espaldas de Vicente Grondona de Rosana Schoijett, una amiga cuya producción admiro hace años. No sé si se acuerda, pero nos conocimos en un festipunk cuando todavía éramos teenagers. Me parece buenísima también la foto que mis editores de Caja Negra (Ezequiel Fanego y Diego Esteras) publicaron de la reunión que profesaron en la salida de La Revolución electrónica, de William Burroughs (ahí estoy, en el escenario del desaparecido centro Cultural Moca, junto al dúo de Pablos, Schanton y Martín. Mis reverencias a ambos y a los Cajanegra.

En términos de blogs, especialmente de este díptico titulado Cippodromo y Cippodromon, se trata de un mes muy singular: jamás había posteado tan poco. Al punto en que éste es el único posteo del Cippodromo en agosto. Por otra parte, cada posteo, los ocasionales lectores lo saben, obedece a una hipótesis en sintonía web. En éste no hay hipótesis alguna. Simplemente estoy acumulando algo de lo que dejé en el tintero. Un blog no sólo es una radiografía mínima de un cerebro, sino de la vida a secas. Todo lo insoportable que suelo ser se da cita en esta bitácora.

Ojalá estén terminando bien el mes.
Ojalá tengan un buen balance.
Por lo pronto, este posteo concluye acá.