domingo, 9 de agosto de 2009

Cultura pop del Siglo XXI

Etnología digital del Alterpop

Hans Belting tiene absolutamente razón cuando sugiere postergar las pesadas líneas de la Historia del Arte en favor de la antropología.

Al fin de cuentas estamos hablando de arte contemporáneo y no de arte moderno. Necesito ir más allá y agregar: se trata de construir una antropología pop, no académica.

Escribí: antropología pop y no antropología del pop. Un relato que escape de la sucesividad, de la línea cronológica (esa es otra tarea, jamás rectora). ¿Adónde nos lleva la historia en su fuga permanente hacia el pasado?
Los imaginarios que exploramos con la antropología, como la memoria, son presente contínuo.

Busco en Google: quiero encontrar rastros. Primero encuentro este posteo (sí, un blog suspendido de título insuperable (“antropoplogía”) de apenas 12 posteos.

Propone una antropología del diseño. Lo que busco es otra cosa: es una etnografía digital. Porque si algo define a nuestro tiempo social de manera fulminante es la hiperpresencia de la web y sus imaginarios. Ahora ¿cómo atraviesan estos a la biosfera cultural?

Encuentro otro sitio. + Pop. Se trata de una empresa de comunicaciones estratégicas venezolana. Me detengo en dos autodefiniciones:

Creemos que nuestro valor es aceptar la cultura pop como fuente de conocimiento”. “Creemos que la lógica digital es la metáfora que da sentido al pensamiento y la acción contemporáneo y por venir”.

Cara y ceca (propuesta bifronte) de lo mismo: la lógica digital deviene pop. No porque haya sido concebida necesariamente desde el pop, sino porque la cultura pop de los últimos treinta años se la ha apropiado.

Lo mismo que sucede con lo mejor del arte contemporáneo. Una interminable metonimia antropológica: el pop aprende del las prácticas contemporáneas de arte y éstas remixan pop infatigablemente.
Indispensable proponer una parada en este posteo del Cippodromon. Por favor, hagan click acá.

Sigo con + Pop. En sus conversaciones encuentro dos links claves: primero recuerdo que prometí a ADN de La Nación una nota que jamás escribí sobre el Manifiesto Altermodernista que Nicolas Bourriaud escribió como articulación para su propuesta curatorial.

¿Otra modernidad? ¿El fin de la posmodernidad?
Si bien no de sus usos y manipulaciones, la cultura pop siempre se mantuvo equidistante de las pretensiones modernas y posmodernas. Tiene su lógica propia. Es otro canal. Otra operación.

¿Alterpop? Ya sabemos, el pop es un campo de batalla como cualquier otro. Es lo que estratégicamente entendieron programas tan diversos en lo ideológico como los de Wu Ming y Maurice Dantec. Pero seguimos necesitando delinear un discurso, una “frecuencia de relato”.

Encuentro entonces este otro blog y este posteo sobre etnología digital. Se trata de un reporte de la bitácora Etnovirtual sobre una presentación de Bruce Mason titulada “Del hipermedia a la etnografía digital”. Leemos:

“(…) La investigación que incluye las prácticas digitales de los sujetos investigados, por decirlo de algún modo. Este tipo de etnografías digitales se diferencia de las anteriores en que parte del trabajo etnográfico se desarrolla en la red y se ocupa también de cómo la gente usa este medio para sus propios fines y tareas.

Dentro de este tipo de etnografías cabrían las “típicamente” digitales, como el estudio de una comunidad virtual, de un entorno como Second Life o de las prácticas al rededor de Youtube. Pero también cabrían otras etnografías que tuvieran en cuenta las prácticas online de los sujetos de estudio. Por ejemplo, Si estudiamos el activismo de un colectivo como el mapuche, no podemos obviar cómo integran el uso de Internet en sus estrategias políticas o en la forma de organizarse. Si estudiamos un fenómeno relacionado con la inmigración, no podemos olvidar el papel que juegan las nuevas tecnologías de la comunicación en el mantenimiento de vínculos sociales, etc.”

Cultura Web, el área en formación del Centro Cultural Rojas en la que estoy trabajando también implica la reelaboración de una etnografía digital, en este caso centrado en cómo los imaginarios de la web (esa historia cultural del ciberespacio) interpelan y redefinen prácticas artísticas.

Ninguna otra cosa es Metaversia: un ejercicio anfibio en un contexto progresivamente alterpop.

"Arte, cultura, juego y activismo: año tras año, los mundos digitales se expanden, complejizan y reinventan ¿cómo intervenirlos? ¿de qué modo reutilizarlos, convirtiéndolos en una fabulosa plataforma de experimentación?". El Alterpop no es más que otro viaje exploratorio de la etnografía digital del Siglo XXI.