Cuando un artista cita a otro en su obra no sólo suele intentar una complicidad, sino reforzar su sistema (todos tenemos el nuestro) con nuevas inclinaciones de lectura que sirven como tobogán con muchos de los enunciados que intervinieron (o intervienen) en la obra o artista con el cual se linkea. Estimula así una red conectiva que produce una diagonal con respecto a la política de construcción de tradiciones, eligiendo su familia afectiva, su canon privado, saltando por fuera de la teleología de las épocas y los territorios.
El caso de Oto Garabello es bastante singular: cada obra suya es un organismo bizarro de corrosión de aquello con lo que liga. Ya escribí en otro sitio sobre su hidrocinetismo anómalo (para leer ese ensayo haga clic acá) en el que llevó al desquicio analítico la poética kosiceana; pero en Dominó imperial, mi última curaduría, en el marco de Estudio Abierto, fue incluso más allá con una suerte de hiperconstrucción perversa de una de las obras más célebres de la historia del arte: El Matrimonio Arnolfini (1434), de Van Eyck, que en su versión se titula Dentro del Átomo. (En la foto de arriba estoy con Oto en su espacio en Estudio Abierto).
Proseguiré con esto más adelante.
lunes, 12 de febrero de 2007
Van Eyck-Garabello: una bizarra superposición
Publicado por rafael cippolini en 5:52:00 p. m.
Etiquetas: miradas, régimenes de ficción